A pesar de que llevo meses hablando de ello, y unas semanas empezándo a creérmelo en serio, supongo que lo mío ha sido más una alegría contenida en espera de la confirmación oficial. Algo que ha llegado hoy a las 16.18 de la tarde, cuando he dejado tiritando para los restos mi cuenta corriente.
Por fin está todo en orden y pagado. Por fin tengo los billetes, la reserva de hotel y la documentación del viaje (escasa, por otro lado). Ahora ya sólo me faltan las 3 fotos y el certificado médico.
Y el 15 de septiembre, si nada lo impide, estaré embarcada rumbo a 7 días de inmersiones y descanso. Ya está todo, ya es definitivo, y es una gran noticia. Un buen broche para un buen verano que promete no acabar el 21 de septiembre. Porque hasta octubre se puede bucear en algunas aguas mediterráneas, y porque las calles empedradas y las tapas no dependen de que el infierno se desate cada día a las 3 de la tarde. Y porque aún me quedan muchos sitios que ver y mucha gente de la que disfrutar. Aunque ahora, el primer destino sean las Islas Baleares y sus aguas…
Qué ganas tengo…
Jo, que envidia… sana, pero envidia 😉
Verde de envidia que estoy 😛