Mi semana

*Dos películas. En menos de 7 días he ido dos veces al cine, parece que esta semana he tenido un paréntesis de volver a lo que era mi costumbre hace unos años. Sigo sin ver Ironman, pero lo solucionaré en breve. La primera de ellas fue el lunes, La Niebla. No es un peliculón, pero me pareció bastante aceptable. Lo mejor, esas perlas de diálogos que los personajes soltaban de vez en cuando. Que ellos fueran bastante creíbles como habitantes de un pequeño pueblo ayudó bastante.

La segunda de esta semana fue anoche, El Incidente. Esperaba o algo muy bueno o una nueva Señales, pero no fue ni lo uno ni lo otro. Se me hizo muy corta (sólo dura hora y media) y esperaba alguna vuelta de guión más, pero en general me pareció bastante aceptable, a la altura de El Bosque (que no me pareció mala pero tampoco una obra de arte). Lo mejor, Mark Wahlberg, que cada vez que le veo me sorprende su capacidad de actuación. Lo peor, Zooey Deschanel. Es la segunda vez que la veo actuar y sigo pensando que su foto debería estar al lado de la definición de «pavisosa» de cualquier diccionario. En general, buenas elecciones.

*Libros, relecturas y novedades. Hay conversaciones que simplemente te hacen pasar el rato, otras que te hacen pensar. Hace algo más de una semana, a horas intempestivas de la noche, tuve una de las segundas. Como resultado, al día siguiente fui a una librería a comprar alimento para el alma, y no pude evitar llevarme en la bolsa una relectura. Se trata de Una princesa en Berlín, una novela de Arthur R. G. Solmssen ambientada en el Berlín de principios de los años 20, con la Primera Guerra Mundial terminada, los acuerdos de paz dvidiendo a la población y la ideología nazi comenzando a emerger. Me gustó mucho en su momento. Y ha ocurrido lo mismo otra vez.

El segundo ha sido otra relectura, La niebla, que la película me dejó con ganas de volver a leerla. Hace años disfruté con el ambiente, y hoy he vuelto a comprarlo, que debe ser de los pocos libros de King que no tenía.

La novedad ha sido Muerte de tinta, tercera y última parte de una trilogía de Cornelia Funke que empezó hace años con Corazón de tinta y siguió con Sangre de tinta. Me ha gustado mucho, como los dos anteriores, y lo recomiendo sin reservas a todos aquellos que no tengan miedo de pasarse por la sección de infantil y juvenil de una librería.

*Dos juegos. Cuando esta tarde he ido a comprar el libro de Stephen King he hecho también otras compras. Un juego de ordenador y uno para la PS2. El de la consola, Silent Hill Origins. Lo jugué en la PSP y me gustó mucho, matar zombies, monstruos y demás seres extraños siempre es relajante, y la ventaja es que estos juegos tienen una parte de investigación de pistas que siempre me atrae más que simplemente masacrar seres extraños (salvo si se trata del House of the dead). Me vendrá bien para estos días…

El otro, el de ordenador, tenía que caer, sólo era cuestión de tiempo, y todos lo sabíamos. Y mientras escribo esto se instala en mi portátil (que si no se queja logrará que lo considere el mejor portátil del mundo, aunque lleve Vista). Realmente espero que me deje, porque lo que he visto del Age of Conan me dejó con muchísimas ganas de probarlo.

*Una serie. Battlestar Galactica. Que se acaba de momento, cuyo último episodio (hasta principios de 2009 si hay suerte) está ya en mi disco duro, esperando a unos buenos subtítulos. Un capítulo que quiero ver, porque el anterior me dejó a medias, pero que quiero alargar todo lo posible. Una serie que no habría visto de no ser por un amigo, muy posiblemente, pero que se ha convertido en una de mis preferidas. Porque Adama y Roslin me siguen pareciendo enternecedores, porque no me canso de enfadarme con Lee y Starbuck, porque sigue dejándome con los ojos abiertos cada vez que la veo. Porque he vuelto a verla estos días y he descubierto cosas que la primera vez se me pasaron, y eso siempre da puntos (al menos en mi escala). Porque no es Ivanova, pero Athena es una buena aprendiz de la rusa.

* Un local, el Bukala. Porque sí.

*Una banda sonora, los Scissors Sisters, como siempre. Y Dream Theatre, por ayudarme a descargar el cabreo.

*Conversaciones. Cientos de ellas. Unas mejores que otras, pero todas necesarias. Incluso las que me dejan con cara de «la idiota soy yo».

*Una sensación. El nudo en el estómago. Espero que pase pronto.

Acerca de Tindriel

Geek, freak, gamer, adicta a las series y los buenos libros. Hablo de todo y nada según el día.
Esta entrada fue publicada en Mi vida y etiquetada . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario